Defender a los amigos

24.04.2023

A defender a los amigos (o no tan amigos, pero sí compañeros) también se enseña.

Y si desde chiquitos les enseñamos a defender al que es atacado física o verbalmente (o social o virtualmente) vamos a lograr entre todos que haya menos BULLYING. Este tema merece otro post, que prometo, llegará pronto.

Pero aquí la pregunta: ¿cómo enseñar a nuestros hijos o alumnos a defender a sus amigos, sin actos de violencia?

Primero que nada, tenemos que enseñarles a frenar la escalada de esa violencia. No llegar "a las manos", sino, estar atentos a esas primeras frases o actitudes que me hacen ruido.

Algunos ejemplos:

frenar las palabras o conversaciones poco amables.

defender a la persona de la que se habla mal. Por ejemplo, si alguien dice "Odio a Tomás. Es muy feo", poder responder "Eso es cruel. No hables así de las personas".

decir "No creo que esté bien burlarte de él de esa forma. Por favor, basta".

trabajar con la sigla N.I.C (decir No, Irse, y Contarlo) ya que muchas veces no basta con decirle que pare, y es necesario pedir ayuda. (Esta sigla tan valiosa se utiliza mucho en prevención de abuso)

no dejar amigos fuera del plan.

si hago programas de a varios fuera del horario escolar, incluir a todos, aunque sea de a grupos si no puedo todos juntos

devolver invitaciones de amigos

hacerle ver a los demás que fulano o mengano está solo, y llamarlo para unirse

evitar todo tipo de agresión física

no filmar, no grabar, no mirar, y siempre tener en cuenta que SIN ESPECTADORES NO HAY HOSTIGAMIENTO.

el cyberbullying también se puede frenar.

no publicar fotos de otros sin permiso

aconsejar a los amigos a no exponerse con fotos o videos

denunciar cuentas que acosen en redes sociales (todas tienen la opción de denunciar)

como padres, pedirles a los hijos las contraseñas. No para chusmear, sino para actuar con respeto, en caso de que sea necesario y que no puedan solos.

Esperemos fomentar el respeto y evitar el maltrato, para que con el tiempo, no sea necesario defender a nadie.

© 2023 Justa Rebollo Paz. Todos los derechos reservados.
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