La importancia de la cena familiar
En lo personal, de chica, era EL MOMENTO en que en casa estábamos todos. De grande, con hijas, también.
Cuando cada uno vuelve de sus obligaciones diarias, nada más lindo que encontrar REFUGIO en casa, con las personas que más queremos. Y con ellas, poder compartir un momento mágico, todos sentados a la mesa, sin interrupciones…
En casa si sonaba el teléfono en ese momento SE DECÍA: "te llamo después que estamos comiendo" era sagrado! Nada lo interrumpía. Todos participábamos del tema en cuestión, cualquiera fuera: del trabajo de alguno de mis padres, de algo que hubiéramos vivido en el colegio, de algún plan de vacaciones o de fin de semana, algún permiso para pedir o para dar, en fin, LOS TEMAS se hablaban ahí, se ponían "sobre la mesa".
Y esto nutre, une, nos hace aliados, nos hace "bloque", nos hace equipo, NOS HACE BIEN. Nos hace pertenecer a esta familia. Nos da identidad. Nos hace únicos.
Queridos lectores…. Realmente les recomiendo comer todos juntos. Aunque sus hijos sean chiquitos y sea "desprolijo" o se haga tarde…. traten, aunque sea algunas veces por semana.
Y miren, observen y valoren lo que va pasando.
Les prometo que PASA. Y como les digo siempre a los padres que me consultan, ojo, los cambios no son de un día para el otro. Tengan paciencia pero confíen en que es un buen plan.