Saludar

06.06.2023

Las personas educadas, al llegar a un lugar (una casa, el trabajo, un negocio, el club, etc) saludamos a quien nos abre la puerta, o a quien está dentro recibiéndonos. ¿No es cierto?

Y este es otro hábito que se inculca desde chiquitos. Saludar al llegar, saludar al irse, y saludar mirando a la cara.

Saludar al despertarse y al irse a dormir.

Me ha pasado más de una vez, que algunas mamás saludan por sus hijos, justificando su timidez o su sueño, o su malhumor, o su....

Si vos sos una de esas mamás, te entiendo. Pasé por lo mismo. Pero te aseguro que amerita una charla (o más de una) con tu hijito/a para hacerle ver lo lindo que es saludar, lo bien que se siente el "saludado", y que al principio requiere de esfuerzo y que una vez que se rompe esa barrera, es de lo más agradable.

SALUDEMOS a todos, así les damos el ejemplo. Y pongámoslo en palabras, por si quedan dudas...

SALUDEMOS al entrar a un negocio, y al irnos.

SALUDEMOS al llegar corriendo al colegio y

¡¡SALUDEMOS a nuestro hijo al dejarlo!!

Que la corrida no nos haga olvidar de lo esencial.

SALUDEMOS en la sala de espera del pediatra, al encargado o portero del edificio, al policía que está en la esquina de casa, al diariero... cuando vayamos a un kiosco, antes de pedir lo que vamos a comprar,

SALUDEMOS. No andemos por la vida en automático. Tengamos en cuenta al otro.

SALUDEMOS. Y que nuestros hijos, saluden.

Ojo, aclaro: saludar es saludar. No implica beso, abrazo, manito.

Un HOLA, implica solo SALUDAR. De la manera que cada uno se sienta más cómodo.

Como digo siempre... no da lo mismo saludar que no saludar. SALUDEMOS mirando a la cara de quien saludamos.

"Dedicándole" el saludo. Eso es saludar.

© 2023 Justa Rebollo Paz. Todos los derechos reservados.
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