Ser puntuales
¿Es algo de adultos? ¿No es tan importante? 5 minutitos no es diferencia? ¿Igual siempre hay un tiempo de tolerancia?
¡NO SEÑORAS Y SEÑORES!
Ser puntuales es un acto de RESPETO.
Si quedamos a las 3, estemos 2.55 por las dudas, por si surge un imprevisto con el tránsito, por si me encuentro con alguien en el camino y me demora, por si…. ¡Lo que sea!
Pero el otro no tiene por qué esperarme siempre. Ojo, no quiere decir que alguna vez me puede pasar algo. Claro. Seamos flexibles y empáticos.
Yo me refiero al que siempre, o muchas veces, llega tarde.
Recuerdo siendo directora de un colegio, que las primeras veces de reuniones, actos o eventos con horarios pactados, yo arrancaba exactamente a las 9, si habíamos puesto esa hora.
Y a las 9, si, es a las 9.
El padre que llegaba 9.15 y su hijito ya había hablado, bailado o cantado en el acto…lamentablemente se lo perdía.
Pero esto fue mejorando con el tiempo. Al año siguiente ya se sabía que Justa era puntual. Así que el porcentaje de padres puntuales aumentaba. Y yo, Justa, feliz.
¡Eso quería decir que PODÍAN LLEGAR A HORARIO!
Al finalizar mi gestión directiva, la gran gran gran mayoría de los padres llegaban a las 9!!!
Y esto lleva a que los chicos vean, copien y tomen estas acciones como ejemplo a seguir.
Seamos puntuales.
Seamos respetuosos por los que llegan a horario.
Que no nos tengan que esperar si pactamos una hora.
Y si sucede algo que no podemos manejar, avisemos.
Así respetamos al otro que está esperando.
Entre todos podemos educarnos y ayudarnos a educar una sociedad más empática y respetuosa.